Salamanca, una de las ciudades más bonitas y conocidas del interior español, es elegida por muchos jóvenes estudiantes para estudiar su carrera. Una de ellas, Lidia Mañoso, nos cuenta hoy cuál era su rincón favorito de la urbe cuando vivió allí. Se trata de la calle Compañía, situada en pleno centro de la ciudad.
«Uno de mis rincones favoritos de la ciudad es la calle Compañía. Para los que no la sitúen todavía, va desde la plaza de las Angustias hasta la Universidad Pontificia, frente a la Casa de las Conchas, en pleno casco histórico de la ciudad», dice.
Cada persona tiene su particular descripción de esos sitios que le despiertan tantas emociones. Esta es la suya sobre la calle Compañía: «Quizá por su longitud sumada a la curvatura con la que está dispuesta, da la impresión si la observamos dejando atrás la plaza de que no terminará nunca y adentrándonos en ella pudiéramos trasportarnos a otra época pasada«.
Además, Lidia nos cuenta la doble cara que tiene esta calle en Salamanca. «Las emociones y el aire que transitan la calle varían si la recorremos de día o de noche. Por la mañana, la calle Compañía se atesta de gente, la mayoría estudiantes que caminan a prisa para no llegar tarde a sus clases. Entonces, apenas nadie se para a observarla. Cuando llega la noche, la calle se trasforma en un camino solitario y poético. Se debe ser cauto, si uno pretende pasear a esas horas en compañía sin caer enamorado por embrujo del lugar».
Así cerramos el artículo sobre este lugar imprescindible del casco antiguo de Salamanca.
Santiago