No me gustan los reduccionismos; pero en ocasiones son inevitables. Aunque me gusta ver los pros y los contras de cada lugar, soy muy “clasificadora”. Por eso, cada vez que vuelvo de algún lugar me pregunto: ¿Qué es lo que más me ha gustado? ¿Qué es lo mejor del destino que he visitado? Y hoy lo intentaré contar sobre El Algarve, como ya hice con las mejores islas griegas o Berlín.
1. Las playas
La respuesta que he elegido sin duda son las playas. El Algarve me pareció un destino de sol y playa, que si bien otros de los así clasificados como Ibiza me parecieron que tenían también otras cosas (sobre todo menos construcción y más naturaleza) no es tanto así en caso del litoral del Sur de Portugal; aunque por supuesto hay más planes. No obstante, las playas fueron lo que más me gustó: sus formas y colores, su clima, su ambiente de libertad…
Pero la respuesta no es tan sencilla. Esta opinión me la mereció la parte más conocida del Algarve, donde yo estuve la mayoría de los días. Vease: Faro, Albufeira, Armação De Pera, Portimao y Lagos. Pero no es así para la zona de Tavira, al Este, o la Costa Vicentina, al Oeste.
Eso sí, teniendo en cuenta que estas zonas también gozan de geniales arenales, podemos decir que en conjunto, este factor es el que más pesa en el turismo del lugar. Las más populares son relativamente pequeñas, con grandes rocas y de un tono amarillo encantador, pero claro, bastante llenas de gente. Para estar más solos y vivir una experiencia más auténtica y natural, Sagres o la costa que se sitúa al Norte son muy recomendables.
2. Sagres, con nombre propio
Como ya he dicho, la Costa Vicentina supone una excepción en cuanto a la masificación del Algarve, en gran parte porque es una zona protegida. Por eso, disfrutaremos de una gran belleza tanto de playas, como de acantilados, paisajes y puestas de sol con la naturaleza más salvaje como acompañante. Sagres es uno de los pueblos más conocidos y sus arenales merecen mucho la pena; además de estar al lado del Cabo y Faro de San Vicente.
Además, es el destino ideal si queremos hacer deportes náuticos como el surf.
3. Los precios
Se sabe que Portugal en general es más barato que España y aunque tampoco se pueda decir que es barato al estilo de otros países extranjeros con los precios tirados, en general las cosas cuestan menos. Así, el alojamiento, las comidas, las visitas… serán más baratas.
Yo no puedo hablaros de mi experiencia en hoteles o restaurantes porque cuando viajé allí fue en modo ahorro. Pagué 7 euros la noche en un camping (experiencia, que por cierto, recomiendo encarecidamente) y comimos allí casi todos los días.
4. Las puestas de sol
Aunque dicen que la mejor es en Cabo San Vicente, cualquier puesta de sol en una playa del Algarve será una experiencia de lo más reconfortante. Relajación, una cerveza autóctona (buenísimas, por cierto, sobre todo la Sagres) y ver las horas pasar…
5. Lagos
Quizás a nivel urbano, la mejor ciudad del Algarve sea Lagos, típica ciudad de calles irregulares y estrechas, casitas blancas, con un bonito casco antiguo peatonal. Dentro de su muralla física, que se encuentra en muy buen estado, se encuentra el gran ambiente de la ciudad. Una referencia: La Plaza del Infante Don Henrique, en la zona del puerto.
En esta ciudad también son muy conocidas sus playas, como Dona Ana (urbana) y la Ponta da Piedade, uno de los extremos de los grandes acantilados de esta región, muy conocida por tener excursiones para ver la grutas formadas por la acción del viento en las rocas.
Si te interesa conocer más de El Algarve, te invitamos a recorrer con nosotros por 4 días su costa, sus pueblos, gastronomía y mejores planes. ¡Merece mucho la pena!